TELAR

Me llamo Dody Morales Sánchez, soy bióloga por la UAGro, realicé mi maestría y doctorado en un centro CONACYT (ahora CONAHCYT), en ese momento estoy en proceso de titulación en el área de Ciencias Ambientales. En el año 2018, regresé al estado de Guerrero para comenzar a trabajar en la UAGro en el Campus de Acapulco y posteriormente en el Campus de Costa Grande en Técpan en la Escuela Superior en Desarrollo Sustentable, que es donde me encuentro laborando actualmente. En este campus soy profesora invitada, imparto clases tanto para la Ingeniería de Producción Sustentable, como en la Ingeniería en Sistemas Ambientales. 

Al trabajar como docente me percaté de las múltiples problemáticas que aquejan en la región y que afectan a los jóvenes que viven aquí. En la región hay mucha migración de jóvenes hacia Estados Unidos a pesar de que sus familiares tienen tierras para que puedan trabajar en ellas. Desafortunadamente no existen condiciones para que ellos se queden a trabajar aquí, no hay dinero, no hay buenas oportunidades en el mercado, no se le da capacitación a las y los jóvenes, y además está la cuestión de la inseguridad. Todo esto propicia que los jóvenes migren. 

Conocí el Proyecto TELAR porque hubo una invitación por parte del director de la escuela a una reunión donde nos presentaron el proyecto. Me pareció interesante porque considero que la agroecología ha tomado mucho más sentido en las cuestiones del desarrollo sustentable, en dicha reunión se hablaba sobre trabajar en equipo, trabajar en territorio, con las comunidades. Siempre he tenido la convicción de que la ciencia tiene que ser para la sociedad. A partir de ahí, recibimos invitación por parte de los miembros del Proyecto TELAR para que participáramos en la presentación de los prototipos y mesas de trabajo que se realizarían en el marco de la clausura del Diplomado de Agroecologías para el Bien Común. 

Uno de mis deseos para el futuro próximo, y que tiene que ver con proyectos como el TELAR, es el vincularme cada vez más con este tipo de propuestas de trabajo, acercar más a la universidad, compartir experiencias. Estaría bien formar una red estatal donde se pudieran involucrar estudiantes, profesores, la sociedad civil. Me gustaría mucho que mis estudiantes se pudieran quedar en Guerrero, que hubiera más oportunidades para ellas y ellos, para evitar que migren por necesidad, que ellos pudieran trabajar sus tierras bajo los principios de la agroecología, que pudieran crear innovaciones para el bien de sus comunidades.  

Hemos tenido la fortuna, mis estudiantes y yo, de haber participado en algunos cursos y talleres de capacitación sobre algunas técnicas de laboratorio, gracias a la invitación de Jesús Ochoa, y de todos los miembros del proyecto TELAR. Estos eventos son importantes para mis estudiantes porque pueden conocer otros laboratorios, como los del CEIBAAS, mejor equipados en comparación a los que tenemos en el campus donde nos ubicamos, para mi es importante que los estudiantes conozcan qué están haciendo otras personas, sobre qué temas se están trabajando en Guerrero.   

TELAR me ha enseñado a que se deben eliminar las barreras entre la ciencia que se hace en escritorio y lo que se aplica en campo. Este grupo lleva a la práctica y al territorio la ciencia. Integra a los productores y a las personas que tienen este conocimiento empírico. Gracias al TELAR me he podido vincular con otros actores como Jesús Ochoa, sobre todo cursos sobre técnicas de análisis para la contaminación de agua, y técnicas para la aplicación de hongos entomopatógenos. También he podido intercambiar ideas con parte de los miembros del Proyecto TELAR, con Maru, con Elena, y con la Dra. Joaliné hemos platicado sobre la posibilidad de que los estudiantes puedan realizar sus tesis en un centro de investigación como el CEIBAAS. Cada vez que mis estudiantes participan en estos cursos, talleres o encuentros quedan sorprendidos de los temas que se están realizando.