TELAR

Me llamo Uriel Winston Cabrera Tena, actualmente radico en la región centro del estado de Guerrero. Soy biólogo de formación y justo desde esa etapa de mi vida me fui involucrando en actividades relacionadas a las que me dedico hoy en día. Yo desde que estaba en la licenciatura me ponía a reflexionar sobre el trabajo de investigación que uno realiza, desde ese entonces yo tenía esa idea de que nosotros como investigadores o como estudiantes haciendo investigación le tenemos que retribuir de cierta manera a las comunidades con las que trabajamos, y justo desde esa reflexión que hacía surgió un proyecto en colectivo que se llama BIOAAE (Biólogos por el Ambiente y la Actualización Educativa).

Este proyecto nació en el año 2017, lo conformamos mayoritariamente biólogos y biólogas pero también estaban involucradas otras personas con otra formación. Este proyecto nació con la idea de reforzar nuestros conocimientos como estudiantes y egresados, pero siempre con la idea de generar una retribución social. Comenzamos actuando sobre la problemática de la gestión de los residuos en la ciudad de Chilpancingo, impartimos talleres, dimos capacitación, visitamos escuelas y colonias con la parte de la educación ambiental, realizamos foros ciudadanos. Al principio nuestro espacio de acción era Chilpancingo, pero después nos fueron invitando a otras regiones como las Costas, la Montaña y parte de la Sierra.

Lo que me motivaba a trabajar en estas cuestiones era el poder aportar algo a las comunidades, cuando empezamos con este proyecto en ocasiones no sabíamos sobre los temas que las comunidades necesitaban. Sin embargo, nosotros nos poníamos a investigar sobre ello y se los compartíamos, para nosotros era o es importante generar algún impacto en las comunidades. En mi caso, yo trabajaba con el tema de la toxicidad de los plaguicidas y para mi era muy importante compartir la información con las personas que lo utilizaban. Mi deseo para el futuro es ver a BIOAAE como una organización posicionada, una agrupación que genere cambios socioambientales para el bien común, una agrupación que a partir de su trabajo pueda influir en la construcción de políticas públicas. 
 
El vínculo con el Proyecto TELAR se da en el marco del segundo diplomado, en un encuentro que se realizó en Chilpancingo, este acercamiento no fue como Uriel, sino como parte de BIOAAE. Ya en el tercer diplomado nos involucramos tanto como participantes gracias a la invitación que nos hizo Rafael Mota, y como impartidores de alguna capacitación como BIOAAE, sobre todo en la parte de ecotecnias, gracias a la invitación de la Dra. Joaliné. 

El Proyecto le ha dejado a BIOAAE compartir los conocimientos que tenemos como agrupación, pero también hemos adquirido otros conocimientos que también hemos podido compartir con otras personas. Hemos aprendido de las comunidades de aprendizaje ligadas a TELAR y lo aprendido lo hemos podido replicar donde BIOAAE está presente. A mí, en lo particular, TELAR me ha abierto el panorama para trabajar con las comunidades, a impulsar esta cuestión de involucrarse directamente en el trabajo comunitario, me ha dado herramientas para poder intervenir y generar ese pequeño cambio en las comunidades. 

Fue a partir de trabajar con TELAR que nos pudimos articular con diferentes espacios actores sobre diversos temas, por ejemplo, con Rancho Las Finas hemos dialogado sobre los espacios demostrativos para la transición agroecológica; con el colectivo Trágame Tierra hemos compartido sobre bioinsumos; hemos intercambiado ideas y experiencias con la COA Apoyec, y más recientemente gracias a TELAR pudimos compartir un espacio donde hablamos sobre ecotecnias como los biofiltros y también sobre el muestreo comunitario del agua.