Los territorios funcionales son conceptualizados como espacios relativamente auto-contenidos, donde las personas, organizaciones y empresas se desenvuelven, dando lugar a una alta frecuencia de interacciones económicas, sociales, culturales y ambientales que los articulan y cohesionan (Berdegué y Meynard, 2012[1]).
Metodología
Con el objetivo de definir una propuesta de delimitación de los territorios funcionales para el conjunto del país, se implementó un modelo de análisis espacial basado en la información estadística y geográfica más reciente, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Mexicano del Transporte, a saber:
Marco Geoestadístico, diciembre 2018.
Encuesta Intercensal 2015.
Red Nacional de Caminos 2018.
En particular, se aplicó un modelo de localización-asignación en el que se seleccionaron las cabeceras municipales que poseen una ubicación geográfica estratégica, en términos de su “centralidad”; es decir, de su posición relativa (accesibilidad) respecto a las cabeceras municipales vecinas.
En el modelo se establecieron como puntos de origen o demanda, (Oi) a las 2,463 localidades definidas como cabeceras municipales o sedes de alcaldías, a las cuales se les asignó como peso específico (Wi) la población total del municipio respectivo.
Estas mismas localidades fueron evaluadas como destinos o centros candidatos (Dj), en términos de su accesibilidad.
El tipo de problema que se buscó resolver fue el de maximizar la cobertura con el menor número de centros, de tal forma que todos los municipios quedaran asignados a un número significativamente menor de territorios.
Asimismo, para aproximar el carácter-escala local de los territorios, se estableció como restricción un tiempo de traslado máximo de una hora entre las cabeceras municipales (orígenes) de un mismo territorio y la cabecera seleccionada como centro (destino) del mismo, a través de la red vial.
Lo anterior dio como resultado la configuración de 386 territorios funcionales (ver figuras 1, 2 y 3).
Figura 1. Modelo de análisis espacial para la definición de territorios funcionales.
Figura 2. México: Territorios funcionales
Figura 3: Guerrero: Territorios funcionales.
[1] Berdegué, J.A., y Meynard, M.F. (2012), Las Ciudades en el Desarrollo Territorial Rural. Serie Claves para el Desarrollo Territorial, Santiago de Chile: RIMISP-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural.
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Censo agropecuario 2007
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Resultados principales a nivel estatal de agricultura primavera verano
Primavera-Verano
Primavera-Verano
Distribución del volumen de la cosecha por unidades productivas
Otoño–Invierno
Otoño–Invierno
Distribución del volumen de la cosecha por unidades productivas
Perenne
Distribución de superficies no productivas (HA)
Datos del productor: Escolaridad (UP)
Economía de subsistencia: Principal fuente de ingreso (UP)
Economía de subsistencia: Dependientes económicos
Economía de subsistencia: Servicios (UP)
Distribución de la población
Producción maderable (TON)
Producción no maderable (Recolección)
Distribución de superficies no productivas (HA)
Datos del productor: Escolaridad (UP)
Economía de subsistencia: Principal fuente de ingreso (UP)
Economía de subsistencia: Dependientes económicos
Economía de subsistencia: Servicios (UP)
Distribución de la población
En construcción
Distribución de superficies no productivas (HA)
Datos del productor: Escolaridad (UP)
Economía de subsistencia: Principal fuente de ingreso (UP)